viernes, 10 de mayo de 2019

Mi vez contigo.


Te guardo, te guardo vibrando dentro de mí como si aún fuese ayer. Y deseo que haya amor, amor del bueno, amor del que dura una eternidad, amor de ese que queda en el bolsillo cuando todo se ha acabado.

Me gustarÌa poder arriesgarme, lanzarme sin paracaídas sobre tu cintura y esperar a que ocurra algo fantástico entre los dos. Y tú también lo harías. Y cerraríamos los ojos para no ver el barranco, y si la cuerda se tambalea, no miraremos abajo para no volver atrás. Porque volver atrás a veces significa regresar, y regresar contigo es retroceder. Y yo no quiero borrar lo escrito, no quiero desordenar lo establecido, no quiero perder los besos que nos dimos porque ahora mismo es lo único que tengo, lo que me une a ti.

Somos eso, te bese quien te bese, mi aliento siempre estará en tu clavícula y mi mano descenderá desde tu pecho hasta tus tobillos rozándote cada milímetro. Tu olor no se irá de mi piel, aunque desaparezca por la mañana, a medianoche volverá y volveré a sentirte como si fuera esa vez, esa vez contigo, ese amor finito que nos fumamos un miércoles y que guardaré hasta el domingo.




1 comentario:

  1. El azar me llevo a tu casa... cuatro días paseando y buscando tus ojos detrás de las mascarillas. Preguntándome si nos reconoceríamos. O si querríamos hacerlo. Una mezcla de excitación, miedo y sentimiento de invasión de la privacidad.
    Ya de vuelta al norte, pensando en lo que no podía ser y no fue.

    Pensando en cómo será la playa vacía que se ve desde tu casa, cuando esté llena de lluvia. Y si ese coche de la puerta, en algún momento, te recordará a mi.

    ResponderEliminar