sábado, 28 de septiembre de 2013
Pensamientos
Leo a Laura Esquivel y me viene la imagen de Tita derramando sus lágrimas en la comida y el color del mar se parece a los pétalos de rosas que era amor transformándose en pura pasión incendiaria. Recuerdo la película Lost in Translation y veo como la soledad de dos personas totalmente desconocidas les hace sentirse menos solos y yo, debería escribir un libro que se titulara; Que te folle un pez. También observo de reojo las letras verdes de la farmacia, allí en letrero luminoso se puede leer, la tormenta se debate en tus ojos y esto no es una óptica. Qué pena que el gran Mercury no siga vivo porque le pediría que escribiera una canción, una que hablara de; bajo la piel algo murió. O Tarantino, porque arrancaría algún brazo cuando se empuñe un Te Quiero. Y recuerdo que la luna está casi llena y que siempre la miraré y le guiñaré el ojo para que sepa que no tengo una mueca trágica. Y ahora que escribo, porque todos esos momentos son flashes que no me necesitan, miro hacia la calle, con esa iluminación cálida de las farolas, y veo mi rostro medio reflejado en la ventana y me digo que existo y soy todas esas cosas.
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