lunes, 28 de abril de 2014

Me niego


¿Por qué nos cuesta tanto ser nosotros mismos?. Hacer caso a nuestros impulsos y actuar acorde a ellos. ¿Por qué parece tan descabellado pensar que el romanticismo sigue vivo?. Que las mariposas nunca se van y sobreviven a la rutina. Somos reticentes a creer en finales felices, en amores sin fecha de caducidad. Todo termina, llega ese desenlace abrupto, temido desde el principio y sólo quedan dudas y preguntas. Me niego a creer que ésta es la dinámica que mueve el mundo. No formaré parte de la opinión general que afirma que ya nada dura eternamente. Reniego del costumbrismo y de dar por hecho algo o alguien que se ha tomado la molestia de cambiarte la vida. Nos empeñamos en adelantar acontecimientos y anticiparnos a los hechos. Qué pérdida de tiempo y energía más absurda cuando especular es inútil. Nunca he sido más consciente del tiempo que ahora mismo. ¿Qué se queda y qué se va? La pregunta debería ser otra. ¿Qué se pierde? Ésa es la pregunta… Pureza.

jueves, 24 de abril de 2014

¡Olé!


Cuando la desesperación abunda, las explicaciones no se encuentran. Pero los golpes de suerte de vez en cuando aparecen, cuando menos lo esperamos, pero claro, cuando te juegas tanto es lo menos importante. Mientras la desesperación actúa por nosotros nos encojemos de hombros, y decimos ¿Para qué?. ¡Que para qué!. Pues para que sepamos que estamos vivos, que tú, acabas de salir de la plaza a hombros. Con un capote como personalidad y una espada para defenderte de los ataques de algunos que pretenden desangrarte. Con alguna corrida a tus espaldas, en el buen sentido, te han dejado cicatrices, pero es normal que te dejen estas marcas de experiencia ante la vida. No se quien dijo una vez "somos lo que hacemos" a lo que yo añado, y lo que nos jugamos. Y es que la valentía es algo que todos los seres humanos tenemos, a diferencia que la gran mayoría la tiene solapada por el miedo, tú eso no lo conoces. Sólo conoces tu capote y tu espada, y si alguna vez tu espada resbala porque está tan llena de sangre de esas cornadas, avísame que yo la limpiaré para ti.



miércoles, 23 de abril de 2014

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De vivir y escribir he entendido que hay historias que no merecen extensiones. Desafortunadamente hay quien quiere dilatar escenas, y hasta añadir otro capítulo, todo por evitar el deterioro. Entonces se convierte en algo pesado de llevar, es tener que planear una función, dirigirla y además actuar. Son historias que no lo merecen, no por ineptas o vacías, todo lo contrario, fueron lugares atrayentes y amables, donde no existía términos de estadía, y perdiste el carácter de visitante. Era tu mundillo, una propiedad que a nadie hubieras concedido, pero pasa que te atas cada día más a él en la sensatez del egoismo, ignorando conscientemente que la fascinación donde se originó, ya no es compartida.

Entonces relatarla deja de ser simple, y ahora te exige hacer malabares en réves para poder seguir. Ahí es cuando se debe parar, a menos que seas lo suficientemente ingenioso y masoquista, para crear una farsa y sostenerla acosta de tu hígado.




lunes, 21 de abril de 2014

Más de lo mismo...


Lo equívoco del amor parte del hecho de que se es feliz y desgraciado a un tiempo, que el sufrimiento y el placer se igualan en un único torbellino. Por ello, la desdicha amorosa crece conforme. Una pasión sin límites nos lleva a lamentar que los mares tengan fondo, y el deseo de sumergirnos en lo ilimitado lo aplacamos. El amor nos induce a ahogarnos, provoca el anhelo de las profundidades. Al amar se desciende hasta las raíces de la vida, hasta la lozanía fatal de la muerte. No hay rayos que te fulminen como un abrazo, y las ventanas se abren al espacio para que puedas arrojarte por ellas. Hay mucha felicidad y mucha desgracia en los altibajos del amor, y el corazón es demasiado estrecho para sus dimensiones

(E.Cioran)



El error estuvo en no saber diferenciar el valor que no tenías y el valor que te di y nunca quisiste.

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Hemos llenado el tiempo con nuestras manos, envolviendo nuestras huellas por si tuviéramos que lanzarlas a las fauces de la vida. Juntas, martilleando como carpinteros, hemos enseñado a la distancia cómo construir un tejado con los árboles que separan nuestra carretera. El silencio lo dejamos atrás. Sólo hay una pregunta en el viento; ¿A dónde iremos mañana?. Yo a tu vera. ¿Y tú?

sábado, 19 de abril de 2014

¡Click!


Mis pensamientos lamen la sangre. El escenario detrás de mí fue construido por gente a quien no le importa mi drama, para gente a quien no le interesa. A mí tampoco me importa. No voy a actuar. El reclamo por mayor libertad se transforma en un grito. Mi lugar a través del cristal, aspiro el sudor de mi miedo. Ahogada por la naúsea, agito mi puño contra mí detrás del cristal blindado. Cuelgo de cabeza a mi propia carne uniformada. Soy el soldado en el nido de la metralleta. Pateo el taburete de mis pies, me quiebro el cuello. Soy mi propia prisionera. Mi papel es el de la saliva, tragar. Sangro, recobro el aliento detrás de la puerta. Segrego una flema de palabras desde mi burbuja impermeable al sonido. El guión se perdió. Los actores colgaron sus rostros. Me voy con mi Yo no dividido.



viernes, 18 de abril de 2014

Quiéreme


Quiéreme. Choquémonos, como por arte mágico un miércoles. Pidámonos disculpas, sonriámonos. Intentemos tirar el muro gélido diciéndonos las cuatro cosas típicas. Dejémonos llevar más lejos.
Escúchame decir cosas estúpidas y ríete. Sonríeme. Sorpréndete valorándome como oferta sórdida y a partir de ahí quiéreme. Sin rúbrica, pero por pacto tácito acepta ser mi víctima. Déjame que te lleve hacia la atmósfera. De pronto, abalancémonos, besémonos con hambre, acariciémonos, desnudémonos y volvámonos locos. Devorémonos como bestias indómitas. Mostrémonos solícitos en cada prolegómeno. Derritámonos en abrazos cálidos, virtámonos en húmedos océanos. Ábrete a mí, abandónate y enséñame tu sabor. Mordámonos, toquémonos, gritémonos, permitámonos que todo sea válido y sin parar, follémonos. Follémonos hasta quedar afónicos y al otro día quiéreme. Sintamos al unísono un relámpago de éxtasis cándido, dejémonos de artificios y máscaras. Rindámonos a la atracción magnética que gritan nuestros átomos. En un abrazo simétrico perdámonos por esas calles lóbregas regalándonos en cada parquímetro besos que estropeen los semáforos. Sigamos explorándonos como heroinómanos. Dejemos que se haga fuerte el vínculo, unamos nuestro caminar errático, declarémonos cómplices. Y sabiendo todo esto, ojalá pueda mirarte directa a los ojos y sólo decirte; Quiéreme.


martes, 15 de abril de 2014

Pulgadas


Veo esas caras y pienso, he cometido todos los errores que alguien puede cometer. Cuando te haces mayor en la vida hay cosas que se van. Vamos, eso forma parte, pero solo aprendes eso cuando empiezas a perder cosas. Descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor. Están en cada minuto, en cada segundo. Si sumamos esas pulgadas eso es lo que va a marcar la puñetera diferencia entre vivir o morir. En cada lucha aquel que va a muerte es el que gana ese terreno. Y sé que, si queda vida en mi es porque aún quiero luchar y morir por esa pulgada, porque vivir consiste en eso.




lunes, 14 de abril de 2014

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Solo hay una manera de no encontrar remedio y es pelearse con la realidad. Solo quien acepta la derrota o el tropiezo, el bloqueo, el portazo, solo aquel, puede reconquistar la belleza. Quien se resiste a aceptar lo sucedido, quien se pelea consigo mismo por lo que pasó y se hunde en el reproche, propio o ajeno, no consigue salir de las praderas inacabables de la lamentación. Solo aquel que da por buena la derrota o el tropiezo deja tras de si el muro que lo castiga y es capaz de emigrar hacia otro estado del corazón.

Seguro que has querido huir y has lamentado no hallar una cerradura para abrir la puerta. Y te puedo decir, tras caerme de boca mil veces que desear no es suficiente, también hay que tener arte para olvidar y para cambiar de destino la mirada. Sé que es la tarea más difícil, ser capaz de cambiarte los ojos, pero te lo debes porque mientras vistas las ropas del reproche, todo lo que esperes de fuera te convertirá en una estación vacía


Diciembre...


Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.

Dijiste hay cosas que tenemos que aprender:
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar.


domingo, 13 de abril de 2014

Esta mañana


Quizás sea, precisamente, porque sé que ni todo empieza ni todo acaba en ti. Sí, creo que es eso lo que me asegura las bocanadas de aire que -a días- el mundo se empeña en robarme. O puede que sean las ganas de verte, agolpadas en mi boca, quienes hacen grande su curvatura. No lo sé. El caso es que esta mañana, sin ir más lejos, me he despertado tumbada al lado de un interrogante.

"¿Cómo puede ser que te guste de él
hasta el sabor a ausencia?"

No he respondido. Porque hay preguntas que están hechas para no ser contestadas.
Y hay sensaciones que están para ser sentidas, no cuestionadas.


sábado, 12 de abril de 2014


¿Nunca tienes la sensación de estar perdido? es que siento como todo el mundo estuviese encontrando su hueco. ¿Sabes? y yo aún no me veo con la suficiente fuerza como para tirarme al suelo y ponerme a escarbar para ver si encuentro algo. Justo cuando encuentro un lugar en el que creo que puedo estar cómoda, pasa algo y derriba esa idea. Y derriba ese lugar. Se esfuma. Así. Pufff. Y tengo que volver a buscarme otra cosa. Yo que sé. A lo mejor no hay un sitio para mi. Una vez un tipo me dijo que todo el mundo tenía su sitio, que en algún mágico punto del planeta había una silla esperando ser usada por mi trasero. Ya no estoy tan segura de que ese tipo llevase razón. ¿Y si no hay sitio para todo el mundo? Quiero decir… ¿Y si no hay suficientes huecos? ¿Y si he perdido el mío? No sé. Se me hace raro pensar que se acabó. Que llegué tarde y me quitaron la silla. Que ya no merezco un trocito de cielo aquí abajo. Dicen que siempre se puede hacer algo. ¿Acaso pretenden que levante a alguien para sentarme? No puedo echar a nadie. Sería como… Sería como hacer lo que a mi me han hecho. No… No puedo hacer eso. Me niego.


viernes, 11 de abril de 2014

Broken


Algo se ha roto dentro. Lo he notado. Lo he sentido. Cada hueso quebrándose lentamente, uno tras otro, rechistando de dolor y haciéndome polvo el corazón. Tengo el alma sucia, y es de no lavarla por las noches. Últimamente he estado tan cansada que no me ha dado tiempo para pensar en todo lo que he fallado, en todas las cosas que hice mal. Algo se ha roto dentro. Y duele. ¡Cómo duele! Madre, que siento que me muero. Madre que ya no aguanto ni un minuto más. Que me curen. Que me arranquen la pena y me devuelvan los huesos intactos, que me cambien la piel podrida por una envoltura virgen y saquen del corazón todo lo que pica, que ya no lo quiero, que ya no es divertido. Por favor. Quiero volver atrás. O irme muy lejos. Por primera vez quiero huir a un país donde nadie me conozca, donde nadie me mire de esa forma, donde nadie intente herirme con palabras mal colocadas. Quiero ser cobarde, quiero marcharme. Me duele el cuello cuando intento girar atrás para ver el pasado, y los ojos reventarán si nadie enciende la luz. Sé que me he equivocado. No he jugado con las cartas blancas. Pero ya no hay mentiras debajo de mi lengua, lo juro. He cambiado. O quiero cambiar.Necesito que alguien me ayude, un billete para no volver aquí o que me limpien el alma. Estoy a un segundo de tirar mi vida por el fregadero, y no pienso mirar. Que alguien me salve.


jueves, 10 de abril de 2014

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Hay momentos en la vida en los que llegamos a un cruce de caminos, temerosos, confusos, sin un mapa de carreteras… Las decisiones que tomamos en esos momentos pueden decidir el resto de nuestros días, aunque cuando nos enfrentamos a lo desconocido, la mayoría preferimos dar la vuelta y regresar. Pero a veces la gente sigue hacia algo mejor, algo más allá del valor que se necesita para aceptar a alguien o para darle a alguien una segunda oportunidad. Algo que está más allá de la callada persistencia de un sueño, porque sólo cuando te ponen a prueba descubres quién puedes llegar a ser. La persona que quieres ser existe, en algún lugar, más allá de la angustia y del temor ante lo que nos aguarda.




...


Ruido. Estoy bailando sola en medio de un bosque sin árboles, vacío, tengo la sensación de haber llegado en un mal momento al lugar que me propuse, al sitio dónde tú y yo nos encontraríamos después de acabar con los problemas. El caso es que la música sigue sonando, y tú estás aquí, y yo no estoy contigo. Mi cuerpo se quedó enganchado al sentimiento del principio. Estoy dando vueltas como una estúpida noria, pronto me saldré del camino y empezará a llover, lo sé, caerán mares de cristales transparentes que dejarán marcas de lo que pude cambiar y no lo hice, entonces ya no hará falta sentir porque los abrazos de rabia me los daré yo misma, me convertiré en el espejo que hoy me mira otra vez y se ríe de mi y de las cosas que nunca he perdido como mi inocencia.

La estupidez se hará más grande que yo. Y llegará el día en que muera de impotencia rabiosa por no haber podido encontrarme del todo y darme la vuelta para mirarte a la cara… a no ser, que vuelva a la realidad y me deje ya de tanto sueño mal cosido que nos está atragantando la vida.